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Una Palabra Profética


David Wilkerson - 2009

En los últimos días he recibido algo del corazón de Dios.

Todo el mundo sabe lo que esta aconteciendo en los Estados Unidos.  Estamos atravesando la peor crisis de nuestra historia.  Por todas partes,  especialmente en la ciudad de Nueva York,  donde la crisis pende pesadamente sobre muchas cabezas,  reina un gran temor. Se me ha informado que en la bolsa del mercado de valores, cuando cierran, hay hombres que se hunden y se desploman de temor.

Esto no solo afecta a los Estados Unidos. Es un problema europeo y tambien mundial.

Dios esta haciendo lo que nos advirtió que haría cuando el pecado llegara al colmo. Prometió sacudir todas las cosas. El mundo entero esta siendo sacudido con un colapso económico.

Las cosas van a llegar a tal punto que no habrá nadie que no se vea afectado. Nos va a afectar a todos; a todos los ministros, a todas las familias, a cristianos y a incrédulos.

Todos vamos a sentir y ver cosas aterradoras, y la fe de muchos va a tambalear. Muchos van a abandonar la fe. Cuando Jesús anduvo sobre la tierra y anunció mensajes impopulares,  cuando llegaron tiempos difíciles,  muchos le abandonaron. La Biblia dice que muchos le abandonaron y que Jesús, volviéndose a sus discípulos,  les dijo:
"-¿Queréis  acaso iros también vosotros?".

Por todas partes oigo decir: ¿Hay palabra? ¿Qué va a pasar? ¿Qué esta diciendo Dios?

Os voy a decir lo que creo que Dios me esta diciendo a mí, especialmente anoche mientras caminaba y hablaba con Él.

Acudí a la palabra de Dios porque la única palabra que hay disponible procede de la propia Palabra, esto es, de Dios. No hay economista,  ni evangelista,  ni nadie que pueda dar respuesta. Hemos de acudir a la Palabra, hemos de ir al Padre.

El primer libro de Samuel, en su capitulo 30, relata la conmovedora historia de David y de los 600 hombres que le acompañaban. Fueron hacia Siclag, donde habían establecido su base de operaciones. La ciudad estaba arruinada, consumida por el fuego y todas las mujeres y los niños habían sido llevados cautivos por los amalecitas.

Dice la Biblia que David y sus hombres lloraron. David se compungió profundamente; sus hombres lloraron todo el día y probablemente la mayor parte de la noche,  hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.

Hace unos días hojee una revista de tirada nacional con la viñeta de un hombre,  que representaba el mundo, al borde del abismo, con un titular que decía" El mundo se hunde". En todos los titulares se anuncia una gran depresión mundial.

Al leer esto me entró un temblor y dije: "-Señor, ¿tan repentina, tan súbitamente? ¿Cómo ha podido ser?". Cuando estas cosas espantosas se ciernen sobre la tierra, sobreviene la primera ola de temor y de terror.

Aunque muchos profetizamos esto durante años, cuando finalmente llega y uno lo ve con sus propios ojos,… ¡resulta abrumador!

Me atrevo a decir lo siguiente: Si alguien dice que ésto no le asusta es que realmente no entiende lo que está pasando. Éste es un primer destello de temor. Hay un tiempo para llorar, Dios lo comprende.

Muchos de los que me están escuchando se preguntarán: ¿Dónde acaba esto? ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué va a suceder con la Iglesia y su futuro?"

La Biblia dice que David lloró hasta que no le quedaron lágrimas. Hay un tiempo para llorar; hay un tiempo para temblar. Dios lo entiende.

Pero luego, hay también un tiempo para luchar.

David se levantó: "Se acabaron las preguntas". Dice la Biblia que David se fortaleció en el Señor,  su Dios.

Llega el momento cuando todo hombre y toda mujer deben oír personalmente la palabra de Dios. Tú debes quedarte a solas con Dios. No se puede recibir de otras voces excelentes. No se puede recibir de alguien que uno piense que es mas santo que tú.

David se quedó solo y dice la Biblia que se fortaleció.  Tú escucharás muchas voces. Pero debes recibir tu propia palabra, como David. Yo tengo que obtener mi propia palabra. Tengo que encerrarme con Dios y con Su Libro y dejar que Él me hable palabras de ánimo.

Amigos, no importa quien profetizó,  ni qué profetizo. Eso es cosa del pasado. No importa.

Oirás muchas voces proféticas diciendo que se aproximan días buenos. Mas no es así. Estamos en el tiempo del que Ezequiel, Jeremías, Oseas y todos los profetas anunciaron:"El día de la venganza y la paga de Dios sobre el malvado".

No obstante, el profeta Isaías dijo:"Pero vosotros estáis seguros".

Esto no tiene que ver con el pueblo de Dios,  aunque Él esté purificando a su iglesia. Tiene que ver con recibir la Palabra de Dios. Tú eres pastor,  y tu congregación, lo mismo que la nuestra, se reúne en la iglesia para cada servicio. ¿Qué está diciendo Dios? ¿Qué Palabra?

David contaba con 600 hombres que no podían obtener palabra, no sabían como hacerlo; pero están aquellos que han caminado con Jesús y saben que hay respuesta. Éstos tienen que ir al pueblo con una palabra de esperanza. Con una palabra de ánimo.  

David tenía al sacerdote llamado Abiatar, mas Abiatar no le podía ayudar. Contaba con hombres sabios; algunos de los más sabios del mundo militaban en su pequeño ejército. Mas no pudieron ayudarle. Llega un tiempo en el que nadie puede ayudarte,  nadie te puede dar una palabra.

Pero David le pidió a Abiatar que le acercara el efod. En aquellos días Dios hablaba a través de efod, y obtuvo Palabra del señor. No de un pastor, ni de persona alguna. Obtuvo una palabra de ánimo. Dios le respondió: "-Sí, te voy a ayudar; habrá recuperación. Vas a conocer la protección de Mi Mano".

Esta palabra es verdadera. Yo estaba caminando con el Señor anoche y el Señor me dijo:"-David,  has  predicado durante 55 años por todo el mundo acerca de la liberación que Dios envió al pueblo de Israel en Egipto y a través del mar Rojo. Acerca del temible horno de fuego y la liberación de los hebreos. Acerca de la liberación de Daniel del foso de los leones. Has enseñado acerca de todas estas liberaciones por 55 años. Y ahora te enfrentas a una prueba de fe que nunca has conocido. ¿Te estabas burlando? Has estado proclamando esto durante 55 años de ministerio y ¿no va a ser verdad para ti?

Caí en cuenta que muchos de los burladores y escarnecedores que aparecen en los últimos días provendrán de la propia iglesia. Escarnecerán la palabra, abandonarán la palabra, porque no se vuelven a Dios, sino que se amargan contra Dios. Esto va a suceder.

¿Y donde están esos Davides que se van a levantar y van a tomar partido por la Palabra de Dios? Yo he sido probado en mi familia con cáncer y con toda clase de ataques del infierno. Pero Dios esta actuando. Esto es obra de Dios. Y yo creo lo que la Biblia afirma: que Dios está en control de todo.

Dios dice:"-No me menosprecies ahora. Levántate. Te he dado esta palabra".

Dios se va a ocupar de Su Iglesia. Oigo a gente que dice:"Todos estamos en el mismo barco". Mas no, no lo estamos.

Los que estamos en un mismo barco somos los cristianos, pero se trata de un arca. El arca de la seguridad.

Dios va a conducir a su pueblo a través de esta tormenta. Podrá ser difícil, el barco podrá ser zarandeado. Habrá tormentas, relámpagos y truenos. Pero Dios cumple su palabra; Él lo tiene todo bajo control.

Y yo pido a vuestras congregaciones, a los ministros y a las esposas que os pongáis de pie,  que levantéis las manos y deis gracias a Dios por su fidelidad. Él va ayudar a su iglesia. Habrá un mover del Espíritu. Multitudes despertarán. Él va a despertar a muchos que han estado fríos e indiferentes, Él va a derramar Su Espíritu en medio de todo esto.

Levanta las manos. Ponte de pie y da gracias a Dios por sus promesas. Pide a Dios que fortalezca tu fe, que te dé una Palabra, para que puedas ponerte en la brecha  por tu familia y por tus amigos. Para que puedas levantarte como hizo David.

El ejército de 600 hombres se levantó apoyado la fe de uno.

Que ese uno seas tú.